17 ago 2012

O Porriño e don Antonio Palacios

O Porriño é a vila natal de don Antonio Palacios Ramilo, afamado arquitecto con prestixio internacional, que parece non ter deiado moita herencia na súa vila, a xulgar polo mal gusto, pola falla de harmonía e polas chapuzas que se poden observar no Porriño. Cando eu era un neno, o Porriño era coñecido polo seu Matadoiro: todas as vacas da provincia de Pontevedra había que levalas ao Porriño para as sacrificar. O espíritu caníbal deixa máis influencia que a sensibilidade do arquitecto Palacios.

Por se non coñecedes a don Antonio Palacios (1876-1945), velaí vai unha biografía:

Arquitecto desconocido entre la población, pero con un gran prestigio entre los entendidos en la materia. Fue el arquitecto encargado del diseño de interiores de las primeras estaciones del Metro de Madrid, así como de su popular logotipo en forma de rombo.

Durante las dos primeras décadas del siglo XX dio fruto a numerosos proyectos arquitectónicos en Madrid, llegando a ser uno de los arquitectos más representativos en la transformación de la ciudad a metrópoli moderna. Redactó igualmente diversas propuestar urbanísticas para la remodelación de la capital así como de las ciudades importantes en Galicia.


 


Su estilo arquitectónico inicial se adhiere al Sezessionsstil vienés y poco a poco evoluciona hacia un regionalismo arquitectónico sin abandonar las raíces hispanas.
Preocupado en sus obras por el tratamiento pétreo de sus fachadas, muestra ser desde los inicios un gran conocedor de la estereotomía en la piedra. Muchas de sus obras han sobrevivido al paso del tiempo gracias a rehabilitaciones arquitectónicas, cambiando sus funciones originales y acogiendo sedes de organismos privados y del Estado, como sucede en tres de sus más representativos edificios de Madrid; el Palacio de Comunicaciones (sede del Ayuntamiento de Madrid), el Hospital de Jornaleros de Maudes (Consejería de Transporte de la Comunidad de Madrid) y la Casa de las Cariátides (sede de la central del Instituto Cervantes).

Antonio Palacios desarrolla su carrera arquitectónica en el transcurso de aproximadamente cuatro décadas, ubicadas a comienzos del siglo XX. Palacios fue seguidor desde sus comienzos de la Escuela de Chicago, y supo combinar su estilo arquitectónico con la corriente regionalista propia de la arquitectura española de comienzos del XX, situándose en la generación de los grandes maestros del movimiento moderno, Mies Van der Rohe, Le Corbusier y Frank Lloyd Wright.

Tras la finalización de sus estudios se presentó a algunos concursos arquitectónicos importantes que se convocaban en la península ibérica. El primer éxito se producirá en 1902 cuando ambos logran el concurso para el proyecto de un puente señorial en la Ría de Bilbao.


CASA CONSISTORIAL DE O PORRIÑO:


Al terminar sus estudios, y tras obras monumentales madrileñas, Palacios se ilusiona con la posibilidad de realizar este edificio. Palacios desea dejar impronta de su creatividad en su propia tierra. Esta obra es diseñada para alojar el ayuntamiento de su pueblo natal, la fecha de los primeros planos data de 1918 dando muestras por primera vez de su arquitectura regionalista, y los realiza sin encargo previo pero al conocerlo, elogian públicamente su labor. El edificio es concebido en una gran monumentalidad en relación con la escasa superficie de su planta. En relación con sus pequeñas dimensiones, es de los edificios que muestran una mayor densidad de detalles, así como de ornamentación. En 1919 dona al ayuntamiento de la ciudad los planos, y se debe esperar a 1921 para que se inicie la construcción. La densidad de soluciones creativas, es tal, que Palacios parece demostrar su capacidad enorme capacidad creativa. La obra es dirigida por el cantero de granito Manuel Ruibal Solía y su estilo es claramente de influencias historicistas medievales. Emplea en su edificación la piedra granítica de su tierra natal: el granito. Este edificio es importante en la arquitectura de Antonio Palacios ya que muchos de los elementos se encontrarán posteriormente en las obras que realiza en Madrid. Tras esta primera obra de relevancia en Galicia le seguirán otras como el diseño la Central Eléctrica del Tambre (Noia, 1924) y que en la actualidad se ha rehabilitado para cumplir funciones de hotel rural. Cabe dentro de este periodo el Teatro Rosalía de Castro, en la actualidad Teatro de García Barbón en Vigo (su diseño se remonta a 1906 pero su ejecución a 1925). Es precisamente en los años 1925 cuando alcanza el cenit de su carrera en términos de su fama y consideración pública.

Estilo arquitectónico.- El estilo de Antonio Palacios es difícil de clasificar en opinión de algunos estudiosos de su obra. Fue criticado por permanecer ajeno a las corrientes arquitectónicas del momento. En una España de comienzo de siglo, necesitada de nuevas tecnologías constructivas, Palacios fundamentó su estilo en el proceso constructivo artesanal y en el apilamiento de la piedra en crudo, casi sin tallar. Buscando texturas rudas en las fachadas, en contraste con sus formas arquitectónicas. El estilo de Palacios se fundamenta en una elección muy personal del material constructivo (atendiendo a la piedra), así como en su combinación. Mediante esta elección proporciona expresividad a las fachadas. Su material preferido es el granito. En muchos casos la presentación directa de la piedra es evidente. Era su opinión que la imagen de un edificio no podía vincularse al sentir efímero de la moda. Desde sus inicios se mostró un gran admirador del neoclasicismo de Juan de Villanueva.

Obra en Galicia.- El Monasterio de la Visitación de las Salesas Reales es un ejemplo radical del tratamiento en crudo de las fachadas. Palacios siempre estuvo ligado sentimentalmente a su patria, es por esta razón por la que intercala obras y diseños arquitectónicos en Galicia mientras trabaja en los proyectos madrileños. Se puede decir que dejó obras de una cierta relevancia en Galicia, acentúa su vinculación con Galicia, aunque su lugar de residencia y trabajo siga siendo siempre la capital de España. La relación con su tierra se siente con mayor intensidad tras la realización del proyecto del Círculo de Bellas Artes de Madrid (1918). Gran parte de su arquitectura regionalista se ve influenciada por la relación personal de Palacios con el grupo de pintores que intentaban definir una plástica peculiarmente gallega. El interés particular dentro del patrimonio arquitectónico gallego por el estudio de la arquitectura medieval gallega, concretamente en el denominado estilo románico de transición, así como en la arquitectura popular gallega. De la misma forma mantendrá amistad con personajes relevantes de la cultura gallega como el poeta Ramón Cabanillas, con el político e intelectual Alfonso R. Castelao, con el periodista Valentín Paz Andrade y el arquitecto gallego Rafael González Villar.

Parte destacable de su obra gallega se puede encontrar en la ciudad de Vigo y Porriño, en el que se pueden contemplar la Fuente del Cristo, la Botica Nova y la Casa Consistorial, edificio de interesante volumetría cuyo esquema compositivo presenta semejanzas con el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Su distribución en planta aprovecha hábilmente un solar reducido y muy alargado. Una obra temprana y casi desconocida se encuentra en Compostela, en la Alameda, edificación que en la actualidad se utiliza como guardería infantil. El Teatro García Barbón del periodo y el Banco de Viñas Aranda. Otra obra interesante es el Templo Votivo do Mar, en Panxón, y el Templo de Veracruz, en O Carballiño.

Como urbanista, era un altruista y los proyectos urbanísticos eran completamente visionarios y no se llegaron a realizar. Palacios redacta su primer informe de urbanismo en el año 1919 y se encarga de realizar un proyecto de reforma de la Puerta del Sol en el que la rediseña las calles periféricas en elipses concéntricas

Al igual que diseñó para Madrid, realizó diversos planes de urbanismo como fueron los de Vigo (El Plan de Extensión y Reforma Interior de Vigo encargado a Palacios en 1930), el de Vilagarcía de Arousa, los proyectos de «Barriada de la Espiñeira» y «Rúa Galicia» en Santiago de Composteia y la reforma de los accesos a la Catedral de Ourense. Este tipo de proyectos le dedicó mucho tiempo, no obstante a pesar de ser aprobados quedaron muchos de ellos sin realizar.

O PORRIÑO BEN MERECÍA UN RESPECTO E APRENDER DO SEU MESTRE !!!

 

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